En los últimos años, la inteligencia artificial (IA) ha irrumpido con fuerza en todos los sectores productivos, transformando la forma en que se desarrollan las tareas, se toman decisiones y se optimizan procesos. Por lo que, en un entorno laboral cada vez más dinámico y complejo, garantizar la seguridad y la salud de las personas trabajadoras se ha convertido en una prioridad estratégica.
La prevención de riesgos laborales (PRL), hasta el momento basada en enfoques reactivos, está experimentando una transformación profunda gracias a la irrupción de la inteligencia artificial (IA). Este cambio de paradigma no solo mejora la eficiencia operativa, sino que también salva vidas y protege activos valiosos mediante nuevas herramientas para anticipar, detectar y mitigar riesgos de manera más eficiente y PROACTIVA.

Fortalezas de la IA
La principal fortaleza de la IA es su capacidad para analizar grandes volúmenes de datos en tiempo real, y detectar e identificar patrones para predecir situaciones antes de que ocurran, aplicado a la PRL, permite a las empresas tomar decisiones específicas en aras de:
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- Predecir accidentes laborales a partir del análisis de datos históricos, condiciones ambientales, registros de mantenimiento y comportamiento de las personas trabajadoras.
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- Identificar zonas o tareas de mayor riesgo, permitiendo a las empresas tomar decisiones informadas sobre redistribución de personal, implementación de protecciones adicionales o mejoras en los protocolos de seguridad.
Otra de las fortalezas importantes que aporta la IA es el monitoreo en tiempo real mediante sensores y/o cámaras conectados, lo que permite detectar condiciones ambientales adversas, supervisar la postura y los movimientos de las personas trabajadoras, identificando signos de fatiga o mala praxis que podrían derivar en lesiones musculoesqueléticas, detectar incumplimientos de normas de seguridad, etc.… alertando de manera inmediata a los responsables para que actúen de forma oportuna.
El factor humano interviene en un porcentaje muy alto de accidentes, por lo que integrar la IA en el proceso productivo de las empresas reduce considerablemente este factor. Por ejemplo, automatizando tareas o procesos críticos, proporcionando recomendaciones basadas en datos contrastados para que las personas trabajadoras puedan tomar decisiones más informadas y seguras, todo ello para contribuir a mejorar la seguridad general del entorno laboral.
La importancia de una formación específica
La tecnología por sí sola no transforma la prevención de riesgos laborales. Para que la IA se integre de forma segura y efectiva, es necesario invertir en la formación continua y personalizada de las personas trabajadoras mediante plataformas adaptativas, Bots de IA que ofrezcan información y formación específica al perfil de cada persona trabajadora o de su puesto de trabajo (art. 18 y 19 PRL), pudiendo, además, responder dudas en tiempo real y/o entrenar situaciones de riesgo de forma segura y real mediante realidad virtual.
Beneficios de un enfoque predictivo en la gestión de recursos
Integrar la IA en los sistemas de PRL, aporta grandes beneficios para las empresas, las personas trabajadoras y la sociedad en general, entre los que destacan:
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- Reducción de accidentes y enfermedades profesionales
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- Mayor rapidez en la identificación de peligros con la consecuente disminución de los riesgos derivados y mayor capacidad de detectar posibles riesgos emergentes
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- Decisiones más objetivas y basadas en datos
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- Optimización de recursos preventivos
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- Cultura preventiva más robusta
Mientras la IA ofrece una capacidad sin precedentes para anticiparse a los riesgos, las personas aportan la intuición, el contexto y la empatía necesarias para interpretar correctamente las señales y actuar en consecuencia.
En lugar de reemplazar a las personas, la IA debe verse como un asistente inteligente que potencia nuestras capacidades para tomar decisiones más seguras y rápidas
Retos y desafíos de la IA
Sin embargo, a pesar de su enorme potencial, la implementación de IA en la gestión de riesgos laborales presenta desafíos importantes. Uno de ellos es la calidad y privacidad de los datos. La IA es tan buena como la información que recibe, por lo que es crucial contar con datos precisos y éticamente recolectados.
Es fundamental garantizar que los algoritmos no reproduzcan sesgos o discriminaciones, algo especialmente relevante en temas de salud y seguridad laboral.
Por ello, es vital establecer marcos normativos y éticos claros que regulen el uso de estas tecnologías, garantizando el respeto a los derechos fundamentales, la seguridad jurídica y la equidad en su aplicación.
Como conclusión, hay que indicar que la transición de lo reactivo a lo predictivo marca un antes y un después en la prevención de riesgos laborales donde la inteligencia artificial está llamada a jugar un papel protagonista. Su capacidad para anticipar peligros, personalizar intervenciones y optimizar recursos abre un nuevo paradigma en la gestión de la seguridad laboral. No obstante, su implementación debe realizarse con responsabilidad, garantizando la transparencia, la protección de datos y la equidad en el entorno laboral.
A medida que estas tecnologías se perfeccionen y se integren éticamente en nuestras operaciones, el futuro de la seguridad será más proactivo, preciso y, sobre todo, humano.
Invertir en IA para la seguridad laboral no es solo una cuestión tecnológica, sino una apuesta por la vida y el bienestar en el trabajo.
Por José Luís Ribes
Técnico Referente en Seguridad en Avanta Prevención






